Por casualidad me encontré este texto sobre "el idioma de Yecla" me parece muy curioso y quería compartirlo.
EL IDIOMA DE YECLA:
Este mes de julio hará diez años que, por aquello de la magia burocrática, pasé a convertirme de alicantino en murciano.
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En el año 2000, fecha redonda para casarse (y para calcular aniversarios más fácilmente) me empadroné como yeclano. Más bien debería decir que me nacionalicé yeclano, pues ya es conocido en todo el mundo que Yecla no es España, sino el extranjero.
El balance de esta década en Yecla es muy positivo y de algunas anécdotas y sucesos dignos de mención ya he hablado (y continuaré haciéndolo más adelante), si bien hoy me apetecía dejar constancia de algo que caracteriza a esta buena gente: su idioma. La palabra idioma no estaría bien aplicada si olvidáramos algo que acabo de decir; recordad: Yecla NO es España, es el extranjero, con sus hábitos, tradiciones, fiestas, manías, fríos del carajo... y su idioma.
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Al poco de conocer a Mª Carmen (aka, Apamen, aka miesposa) me presentó a sus amigas, y algo que le comentaban luego a ella era "Anda que no habla fino tu novio ni ná", y es que, claro, yo hacía algo que aquí es inaudito: pronunciar todas las eses.
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A estas alturas estoy más que acostumbrado al acento yeclano y he de decir algo de él: me encanta. Y lo digo en serio. No me gusta tanto el acento de Murcia capital ni el de muchos pueblos de la provincia, mucho más cerrado. En cambio el acento yeclano es de lo más cantarín, le encuentro musicalidad en el habla y tiene en parte el gracejo del deje andaluz sin ser andaluz en absoluto. Me resulta agradable. Eso sí, en Yecla se comen las letras de las palabras como el que come pipas. Un nombre como el de Carlos, por poner un ejemplo, aquí se queda en Cal-loh (fuera erre y fuera ese, ñam, ñam)
Mi hijo empezó hablando con mucha corrección, "muy fino" que dicen aquí, pero con los años y la influencia del ambiente escolar ha ido perdiendo la costumbre de pronunciar las eses y, como todos, ya se zampa algunas letras. Y es algo de lo que, por la fuerza de la costumbre, ya apenas me doy cuenta pero que mis hermanos y sus primos notan muchísimo cuando nos juntamos. "¡Madre mía, qué yeclanicos se te están haciendo!" - me dicen.
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Esto de las eses tiene su miga. A los yeclanos les cuesta horrores pronunciarlas, hasta el punto de que, en un esfuerzo por lograrlo, parece que estén imitando a un pijo relamido y enseguida desisten, pues tanta finura les hace daño en los oídos.
Esto a mí me ha ocasionado algunos equívocos porque, por ejemplo, el pronombre nos acaba en esa -s impronunciable
- Al final noh fuimoh.
- ¿No fuisteis?
- Sí, digo que nos fuimos.
- Ah , ya, ya...
- Y el policía noh miró
- Ah, ¿no os vio?
- Sí, sí, digo que nos miró.
- Coño, qué lio
El evitar las eses a toda costa ha derivado en que hayan inventado plurales nuevos!!
Un sofá es un sofá, sin problema de pronunciación. Pero ¿cómo va a decir un yeclano "dos sofás" sin parecer hijo de Julio Iglesias? Muy fácil: do sofale. ¡Toma castaña! ¿Y dos carnets? Doh carnele ¿Y dos chalets? Doh chalere. ¡Fascinante!
En todos estos años he ido confeccionando un diccionario yeclano- español muy interesante. Tengo un cuaderno con más de 100 palabras y expresiones yeclanas que, sobre todo al principio de llegar aquí, fui escribiendo entusiasmado.
Me consta que por ser Yecla un cruce de caminos entre otras comunidades: a sólo 15 minutos en coche de Castilla - la Mancha y a otros 15 de la Comunidad Valenciana las influencias manchegas y valencianas (y también andaluzas) han conformado un batiburrillo en el lenguaje que para el foráneo son siempre muy curiosas.
Pondré algunos ejemplos:
Se emplea largo para decir lejos. "¡Qué largo vives!" "¿Tan largo trabajas?" (Me gusta, suena muy cervantino)
Cuando un niño o una niña está bastante desarrollado se dice que ya es gordico o gordica aunque sea un fideo. ¡No llores, que ya eres gordica!
Algo cuyo sabor no te gusta y que lo encuentras malo, ellos lo encuentran feo. "¡Puaj, qué feo está esto!" (Digo yo que esto será por influencia de la literatura infantil donde los malos son siempre muy feos)
Las coletas del pelo son jopos. Luego supe que existe en castellano la palabra hopo (mechón de pelo, cola peluda de algunos animales) pero aquí la h la pronuncian con ganas.
Tener frio, tener calor, tener hambre... es Llevar frio, llevar calor, llevar hambre...
La muñeca donde se lleva el reloj es la govanilla y los mejillones son clóchinas (esto son influencias del valenciano)
Aquí no se tiene novio o novia, se es novio o novia. Me explico, que hasta yo me pierdo: Lo habitual sería: ¿Sabes que fulanita tiene novio? Pues en Yecla sería ¿Sabes que fulanita es novia? (Vale, que será lo mismo, sí, pero no es igual... )
Hablar en voz baja es hablar a bonico y no se emplea la palabra gritar sino vocear.
"Chiiist! No voceeh, habla a bonico, que están echando un clisico"
Esta es una palabra 100% yeclana que me encanta y utilizo a menudo: un clisico es una siesta corta (parece que viene de clisos, ojos) La verdad es que yo no podría vivir sin echarme los clisicos yeclanos.
Reñir aquí es rabiar. Cuando alguien me dice “Rábiale, que se ha portado mal” sólo me sale enseñar los dientes y gruñir como un perro rabioso.
Aquí el sol no deslumbra, aquí escandila.
Los niños no se tiran por el tobogán sino por el resbalaor. Muy lógico, dicho sea de paso.
Lo que siempre he conocido como el escote, o el canalillo, aquí es la regata. (¡La regata!¿Y dónde están los barcos? ¿Encallados entre las tetas? ¡Qué imaginación!)
Un pisotón se dice un pisón. Y un campero es un campule.
No hay nada que haga esquina sino esquinazo.
Si eres muy goloso eres un trompudo.
Otra expresión puramente yeclana: en antes: "He visto a tu madre en antes". (Sin embargo no se dice en después)
Los "por si" o "no sea que" que diríamos por ejemplo en "Coge el paraguas por si llueve" o "no sea que llueva", se expresan siempre con cuidao.
"Coge el paraguas cuidao llueva". "Agárrate a la barandilla, cuidao te caigas"
La expresión Dicho y hecho se dice Golpe y pedo. (Qué buena ésta)
Una muy curiosa: lo normal a la hora de dar un susto a alguien es utilizar un Uhh o un Buh, ¿no? Bueno pues aquí se asusta con un ¡Ta!
"Escóndete, vamoh a dal.le un suhto... ¡TA!" (Desde luego el susto te lo arrean igual, pero qué silaba tan poco fantasmagórica)
También es muy habitual oír "Esa pareja se ha desapartao" en vez de se ha separado o se han divorciado. “La nueva vecina es desapartá” (A mí me suena a que no se habla con nadie)
Otra curiosa: jamás he oído decir a nadie hermano o hermana sino los diminutivos hermanico o hermanica, independientemente de la edad.
"Mira, por ahí viene mi hermanica", y al ver llegar a una señora de 70 años me entran ganas de decir: ¿Hermanica?, pues ya es gordica la zagala...
Pero la expresión que no he logrado comprender y que me encantaría que alguien me explicara es el uso del verbo posar.
Según la R.A.E. posar es poner suavemente, descansar, reposar. Todo indica siempre un movimiento hacia abajo, ¿no es cierto? Hasta el poso de un líquido es lo que queda en el fondo, como descansando.
Pues bien, en Yecla es todo lo contrario. Posar es levantar. ¡Pósate! es ¡levántate! Alguien con los pelos posaos es aquel que los tiene de punta!! ¡Esto es la leche!
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Cuanto más convivo con los yeclanos más convencido estoy de que tienen más de marcianos que de murcianos.
Pero a pesar de su extraño idioma... ¡¡Viva Yecla!!
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