Porque a veces tenemos dos opciones: decir algo o callarnos y arrepentirnos para siempre. Nosotros decidimos. No tenemos excusas ni existen responsables a los que poder culpar: nosotros hacemos, deshacemos, decimos o no decimos.
La memoria es una artista extraña, redibuja los colores de la vida, borra lo mediocre y sólo conserva los trazos más hermosos, las curvas más conmovedoras. La mente es así de caprichosa...

No hay comentarios:
Publicar un comentario