Es increíble ver los años que han pasado y que todo siga igual. Aquel escalón al que le falta un trocito y con el que siempre te tropezabas, el cuadro de la entrada que todavía sigue estando inclinado…
El olor a ceras de colores, a libros, a plastilina…es como si se hubiese parado el tiempo…y esas aromas se hubiesen quedado impregnadas en la pared y nada más entrar ,hacen que me lleguen recuerdos del ayer.
Recuerdo el patio de arena…el que cada recreo se convertía en una pequeña batalla campal, donde el polvo no te dejaba ver los famosos "cocos de barro"…
Las clases, llenas de dibujos colgados por todos los lados y donde el color y la alegría no se quedaban escasos.
Allí empecé a hacer mis primeros pinitos como miniestudiante, !Madre mía!el simple hecho de llenarte las manos de pintura…te convertía en la niña más feliz del mundo…
Pasaban los años y todos crecíamos, tantas aventuras y desventuras que he pasado en ese colegio…forma parte de mi vida y es imposible olvidarlo.
Admiro a todos los que me han ayudado a formarme y a convertirme en la persona que soy. Le doy las gracias, por el esfuerzo que dedicaron…que ahora que se de lo que va el tema…es cuanto menos, digno de admirar.
Viví tanto en él, que es imposible que no se me ericen los pelos y se me dibuje una sonrisa tonta en la cara cuando camino por sus largos pasillos…donde me van y me vienen momentos a la cabeza...
Espero volver a él algún día, pero con un rol distinto…siendo maestra. Y es que pienso que una de las cosas más bonitas es enseñar en donde tú aprendiste tanto. El sentimiento, el ambiente, el esfuerzo y la colaboración…son palabras mayores.
Me gustaría transmitir a mis futuros alumnos, la alegría y el saber que en su día me transmitieron a mí en ese mismo lugar y que me convirtieron en la persona que soy, más que enseñar con lo que sé…trataría de enseñar con lo que soy.
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| C.P "Miguel Ortuño" Promoción 1991. |
V.F.
