Hoy hace frío, el viento sopla alborotando las melenas y puedo sentir como el gélido hielo acaricia hasta el último rincón de mi cuerpo.
Ya había olvidado lo que sentía al pasear por las heladas calles de mi ciudad, ese fresquillo que te congela hasta la nariz y que sin embargo, me trae recuerdos del ayer.
Nunca pensé que echaría tanto de menos el no sentir las manos, los pies, todo! y esque por echar, echo de menos hasta las calles, los portales donde pasaba horas y horas comiendo pipas con los amigos, los parques, echar a andar y encontrarme calles nuevas que nunca había visto...
No se, supongo, que es por la época que trae consigo la nostalgia, simplemente la añoranza de estar en el lugar que me ha visto crecer, caer y levantarme. Mi hogar y mi pueblo: Yecla.
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